Ventajas muy positivas de beber agua
- El 17/02/2021
Beber suficiente agua, o mantenerse hidratado, es la primera regla de la salud y la nutrición. Nuestros cuerpos pueden supuestamente durar semanas sin comida y sin embargo sólo unos pocos días sin agua. Esto tiene sentido cuando se piensa que nuestros cuerpos están compuestos de alrededor del 60% de agua y que estar deshidratado puede empezar a afectarnos tanto física como mentalmente.
Puede ayudar a reducir los antojos de azúcar y a mantener el peso
El cerebro no puede diferenciar entre el hambre y la sed, así que a menudo podemos confundir la sed con un "antojo de azúcar". La próxima vez que sientas la necesidad de algo dulce, intenta beber un vaso de agua primero.
Mantenerse hidratado también puede ayudar a mantener el peso. Las investigaciones han demostrado que tomar agua antes de una comida puede llenarte más y por lo tanto promover la pérdida de peso comiendo menos en la comida. Esto también es cierto en un estudio de 2015 que cambió las bebidas dietéticas por agua. Los resultados mostraron que esto puede conducir a una mayor reducción de peso y también a una mejor resistencia a la insulina.
Regula la temperatura corporal
El agua que se almacena en las capas medias de la piel llega a la superficie de la piel en forma de sudor cuando el cuerpo se calienta. A medida que se evapora, enfría el cuerpo. En el deporte.
Algunos científicos han sugerido que cuando hay muy poca agua en el cuerpo, el almacenamiento de calor aumenta y el individuo es menos capaz de tolerar el estrés por calor.
Tener mucha agua en el cuerpo puede reducir el esfuerzo físico si el estrés por calor se produce durante el ejercicio. Sin embargo, es necesario investigar más sobre estos efectos.
Puede reducir la resaca
Aunque beber agua no evitará la resaca, algunas investigaciones sugieren que estar hidratado puede reducir algunas de las secuelas negativas del consumo de alcohol. El alcohol es un diurético y por lo tanto hace que el cuerpo pierda más agua de la que se consume.
Puede ayudar a controlar la ansiedad
La hidratación tiene un impacto en el cerebro, así como en el cuerpo, y las investigaciones han demostrado que incluso una deshidratación leve puede tener un impacto negativo en los niveles de energía y en el estado de ánimo, lo que puede aumentar los síntomas de la ansiedad.
Lubrica las articulaciones
El cartílago, que se encuentra en las articulaciones y los discos de la columna vertebral, contiene alrededor del 80 por ciento de agua. La deshidratación a largo plazo puede reducir la capacidad de las articulaciones para absorber los golpes, lo que provoca dolor en las mismas.
Forma saliva y moco
La saliva nos ayuda a digerir la comida y mantiene la boca, la nariz y los ojos húmedos. Esto previene la fricción y el daño. El agua potable también mantiene la boca limpia. Consumida en lugar de bebidas azucaradas, también puede reducir las caries.
Puede mejorar el rendimiento del ejercicio
Se han realizado muchas investigaciones sobre los efectos de la hidratación o la deshidratación en los atletas, y los resultados concluyen que la deshidratación no sólo afecta al rendimiento deportivo sino también a la función fisiológica.
Entrega el oxígeno por todo el cuerpo
La sangre es más del 90% de agua, y la sangre lleva el oxígeno a diferentes partes del cuerpo.
Aumenta la salud y la belleza de la piel
Con la deshidratación, la piel puede volverse más vulnerable a los trastornos de la piel y a las arrugas prematuras.
Amortigua el cerebro, la médula espinal y otros tejidos sensibles
La deshidratación puede afectar a la estructura y función del cerebro. También está involucrada en la producción de hormonas y neurotransmisores. La deshidratación prolongada puede llevar a problemas de pensamiento y razonamiento.
Puede ayudar a prevenir los cálculos renales
La mala hidratación puede aumentar el riesgo de que se desarrollen o vuelvan a aparecer cálculos renales en algunas personas.
Puede ayudar a reducir el riesgo de infecciones de la vejiga
Algunos estudios han demostrado que beber más agua puede reducir el riesgo de infecciones de la vejiga e infecciones del tracto urinario, como la cistitis, en las mujeres.